ROTURA FIBRILAR: ¿QUÉ ES?
Una rotura fibrilar es una lesión muy frecuente en la práctica de la mayoría de deportes, aunque también lo pueden sufrir personas sedentarias que hacen un esfuerzo brusco al que no están acostumbradas.
La rotura fibrilar también se puede llamar desgarro muscular según su gravedad. De ella, también dependerá el tiempo de recuperación, que no suele bajar de los 8-10 días, pero que puede llegar a ser de más de tres semanas en casos muy severos o de difícil recuperación.
Aunque puede ser una lesión dolorosa, normalmente se puede andar con una rotura de fibras en la pierna. En los casos en los que la rotura es más grave, puede ser que el paciente cojee o que necesite de ayuda de muletas o algún otro accesorio.
CAUSAS DE LA ROTURA FIBRILAR
Cualquier persona puede sufrir una rotura fibrilar, pero hay algunos factores de riesgo que tenemos que tener en cuenta. El más habitual y más importante a tener en cuenta es la falta de un buen calentamiento adecuado antes de hacer ejercicio.
Sin embargo, hay otros factores que pueden potenciar el riesgo de sufrir una rotura de fibras. Son los siguientes:
- Falta de hidratación o mala nutrición
- Mala circulación de la sangre, provocando que llegue menos oxígeno al músculo
- Enfermedades metabólicas, como la diabetes
- El sedentarismo, que provoca debilidad muscular
Algunos de los ejemplos más comunes de roturas fibrilares son los siguientes:
Rotura fibrilar: gemelo
Puede suceder en multitud de casos, como correr, patear una pelota o saltar. Es una lesión bastante habitual en deportes como el fútbol o el baloncesto.
Rotura fibrilar: cuádriceps
La causa más habitual de sufrir una rotura fibrilar en el cuádriceps es debido a traumatismos o golpes recibidos (el clásico rodillazo) o a un sobreentrenamiento del músculo.
Rotura fibrilar: isquiotibiales
Es una de las lesiones más habituales en el ámbito deportivo, especialmente en deportes como el fútbol o el atletismo. Sucede normalmente por la falta de acondicionamiento y estiramiento del deportista, aunque también se puede sufrir por sobrecarga.
TRATAMIENTO DEL PIE VALGO EN FISIOB
Si has sufrido una rotura fibrilar, recomendamos visitar un especialista para que pueda detallar el alcance de la lesión y preparar un programa de recuperación adecuado.
Algunas de las recomendaciones más habituales para los primeros días postlesión son reposo, aplicación de frío y aplicar una cierta compresión o kinesiotape para favorecer el drenaje del músculo. La electroestimulación es otra técnica muy usada en el tratamiento de roturas fibrilares.
Cuando ya hemos realizado este tratamiento durante unos días o semanas y vemos que la recuperación evoluciona correctamente, entraremos en una fase de movilidad suave, donde realizaremos ejercicios de poca carga para ayudar a drenar la inflamación y promover la cicatrización sin tener ningún riesgo de recaída. Estos ejercicios pueden ser bicicleta, natación, elíptica, etc.
Si superamos este último paso sin dolor, pasaremos a hacer un trabajo de musculación específico para recuperar la lesión y la fuerza perdida durante la recuperación. A la vez, también trabajaremos para prevenir futuras lesiones en la misma zona del cuerpo. Con el paso del tiempo, si la evolución es buena, iremos incrementando las cargas de trabajo para llegar al punto anterior a la lesión con todas las garantías.
Rotura fibrilar de grado 1: Tiempo de baja
En roturas fibrilares de grado 1, estimamos un tiempo de baja aproximado de 1 a 2 semanas, según el paciente, el tipo de lesión y su capacidad de recuperación.
Rotura fibrilar de grado 2: Tiempo de baja
En roturas fibrilares de grado 2, prevemos un tiempo de baja que puede ir de 3 semanas a un mes entero. En este caso, la lesión es más grave y necesita de más tiempo de recuperación.
Rotura fibrilar de grado 3: Tiempo de baja
En las roturas de fibras de grado 3, las más graves, podemos llegar a períodos de baja de hasta 2 meses. Estas lesiones implican una rotura completa del músculo, por lo que el tiempo de recuperación es mucho más largo.
Si has sufrido una rotura fibrilar o tienes síntomas que te lo hacen pensar, nuestra recomendación es que contactes con un profesional para que te pueda hacer una exploración detallada y un plan de recuperación específico para ti. De este modo, conseguirás una vuelta a la normalidad eficiente y segura.